miércoles, febrero 22, 2006

Dónde quedamos? Dónde has dicho??

Quien me conoce un poquito conoce mi fobia a las aglomeraciones de gente. Una aglomeración sólo es tolerable si es un paso inevitable de algún evento altamente disfrutable cómo, digamos, un concierto multitudinario, el mercadillo o la feria de farmacia que te regalan muestras de cosas. O eventos de los que no puedes escaquearte, sean bodas, exámenes o las rebajas. Una estrena de una peli es dudablemente evitable. La playa, por Dios, encabeza la lista de sitios con Gente a los que no se debe ir.

Enfin. Todo esto viene porque yo insisto a mis amistades, a mis compañeros, o incluso a los frikis de las kedadas de internet (cuando las había), que hay sitios infinitamente mejores para quedar que el Zürich de Plaça Catalunya. No es que no me guste el sitio en sí, hay millones de motivos a favor de quedar ahí, de hecho, precisamente por eso Todo el Mundo queda ahí, pero a la vez eso nos da los motivos para no quedar ahí. Es tan dificil... yo misma, persona de moral recta, de intelecto agudo, y pragmática en general, me debato entre los pros y contras, loca, contrariada, enparadojada. Por qué???

Vamos pues, a analizar el asunto.

Por qué SI quedar en el Zürich:
- Por intercia. Está claro que si siempre se queda ahí, no hay que dar muchas explicaciones del tipo, Si, no conoces esa tienda naturista de la calle de la tienda de tatoos donde venden pastas hechas con baba de camello? Pues el bar donde quedamos está a tres esquinas más abajo girando a la izquierda, al lado de unos chinos. Membrillo, cuantos jodidos chinos te crees tu que hay por ahí cerca de una tienda naturista?!
- Porque está bien comunicado. Ahí llegan dos lineas de metro, los ferrocarriles catalanes, la renfe y muchos buses, y las salidas de varios de ellos están ahí mismo. Vale, no hay mucha discusión. Pero aún así, será que no hay opciones de transporte.
- Porque está cerca de la zona guai. Ahi voy, cerca. Por qué no quedamos directamente en el Fnac si es que vamos ahí, o en el Bershka si vamos a mirar ropa de putilla, o en el Starbuck's que sabemos que terminaremos visitando tras buscar algún café molón que no esté a petar de gente? Al menos nos lo pasaremos mejor mientras esperamos.

Por qué No quedar en el Zürich
- Porque lo hace todo el mundo. Come mierda! Millones de moscas no pueden estar equivocadas!
- Porque en un punto del espacio donde la densidad humana es superior a la del centro de una supernova es chunguísimo, ya no digo encontrar a quién buscas, si no asegurárte que no ha llegado antes que tú y te está esperando oculto bajo esas mochilas de los guiris alemanes. Esto nos lleva al punto siguiente.
- Por la cara de tonto que se te pone mientras buscas a alguien entre esa multitud de gente que busca a alguien. No se puede evitar. Tú buscas, esperas, estás alerta, porque si encuentras a quién esperas tienes que saltar, porque si no, se perderá de nuevo sin posibilidades de reencuentro, y no sabrás nada más de él hasta que llegues a casa y mires el correo, porque un sms es imposible, cuando hay tanta gente se satura movistar. Y mientras piensas todo esto pones cara de tonto, frunciendo ligeramente el ceño para enfocar mejor, estirando el cuello como un labrador esperando el disparo del cazador, y mirando a más lados a la vez que Marujita Díaz.

Esto último me lleva a la analogía que he pensado hoy, cuando me hallaba esperando a mi hermana en el puto Zürich. Llovía y todos, los que esperábamos a alguien, estábamos agrupados bajo el porchecito que queda a la entrada del Triangle, arropados por el leve calor que nos llegaba, con cara de tontos, esperando que apareciera alguien que nos reconociera, y se nos llevara de ahí sonrientes. Han ido alguna vez a una tienda de animales? Han visto esos cachorritos con cara de pena, que parecen decir, escójeme a mí, que este de aquí al lado tiene parásitos intestinales! Pues eso. Todos teníamos cara de, joder, que venga ya, y cada vez que venía alguien mirabamos, envidiosos, al afortunado que era elejido para abandonar ese algomerado rincón. De manera que, por mucha risa que me dé en el fondo, la cara que pone la gente cuando te busca en el Zürich, he decidido iniciar una campaña para que esto no pase más. No propongo alternativas, no quiero que busquemos un análogo, no, quiero que seamos imaginativos, que tengamos iniciativa, venzamos los miedos, y tratemos de quedar en sitios distintos cada vez.

miércoles, febrero 08, 2006

El apasionante mundo de la economía farmacéutica

Llevo unos días enfadada con el mundo sanitario occidental. No es que sea una tendencia novedosa, pero si que es algo preocupante teniendo en cuenta que yo siempre he pensado que tenía vocación de farmacéutica. Bueno, aún lo pienso, pero me da cierto repelús cada vez que veo como funciona en realidad todo el tinglado, desde las farmacias, hasta los hospitales, pasando por las indústrias, los ambulatorios o los propios jubiletas.

No me estoy refiriendo al problema de la financiación de los medicamentos, ni a las colas de las listas de espera, ni a las mil cosas que todos sabemos como van de mal. Yo es que estoy descubriendo el tinglado que hay detrás de la inocente y bienintencionada venta de fármacos.

No cambies de canal, que hoy en dia hacen unos anuncios muy gonitos.
Lo facilón es atacar la publicidad. Estos señores de la tele que se mojan un poquito y ya se resfrían, y que luego a la primera toma de.. uf, iba a inventarme un nombre absurdo de antigripal, pero ya existen todos: cortafriol, desenfriol, gripal... Bueno. Que tras un vasito curativo efervescente ya se pueden ir de marcha otra vez, e incluso hacer cosas que nunca hacen, como ir en barco o tirarse a su propia señora. Yo aquí veo un empujón enorme e irresponsable al masilla medio a hincharse de aintiinflamatorios, que lo son la aspirina, el gelocatil o el neo-brufén (acido acetil salicilico, paracetamol o ibuprofeno, si ustedes van a lo barato y pillan el genérico). Los antiinflamatorios, entre otras cosas, pueden llevar a serios problemas gástricos si se toman mucho o muy prolongadamente. Vale, ya tenemos al público preparado, a los españoles les encanta drogarse legalmente y la tele les vende que encima, se encontrarán de puta madre, que es lo que se lleva y que molarán más. Pero hay problemas mas serios. Como nosotros mismos.

Hola, ha llamado a la farmacia amable, en qué puedo ayudarle?
La oficina de farmacia, es un jodido putiferio. Dejando de lado todas las cosas bonitas, como el conocer a DaviT con Té o las jubiladas que te dicen que eres muy maja y cariñosa, diremos que pocas ideas hay peores que juntar la pela con la salud. Para ser concretos, hablamos de la pela de los otros que va para nosotros, y de la salud de los otros. Jijiji. Qué somos, tenderos o profesionales sanitarios? La idea sería ser lo segundo, y de paso, ganarte la vida como lo primero, pero luego es al revés. Una farmacia medianamente grande tiene el sistema de compra de productos como el de cualquier tienda: pedidos enormes, con descuentos cuánto mas enormes sean, regalitos de los representantes, sobornillos, peloteo y ataques ileales a la competencia. También hay la reposición de género diaria mas al detalle, pero es otro rollo. Pongamos un ejemplo parafarmaceutico para hacerlo menos alarmante. Hay, pongamos, tres anticelulíticos de moda esta primavera. Fueragrasin, Antimelocotín y HyperReduction (los nombres en inglé siempre molan). No hemos probado ninguno de momento. Cómo aconsejar a la compradora? El Antimelocotín tiene la caja molona y si mandas un cupón de la caja participas en un sorteo de una noche en un balneario, el Fueragrasin te regala unos alicates para pedicura y el HyperReduction viene en un 2X1, pero que como el pote es mas pequeño y además era el más caro, se queda por ahí los otros en cuánto a precio. Ah, la acción anticelulítica, pues, todos son el mejor segun la tipa que te ha venido a presentarlos. Pero el HyperReduction, por ser mas caro, nos da un margen mas alto, y ademas el 2X1 no lo hacemos nosotros, si no el mismo laboratorio, que vio que el año pasado no se comió un rosco por haberse pasado de careros. También nos han dado de gratis uno para cada currante de la farmacia, para que lo probemos, y si vendemos muchos muchos, nos regalan un finde en Baqueira. De manera que apostaremos por él, compraremos muchos, y con dos cojones nosotras diremos, ah, todos van guai, si están en la farmacia han pasado unos controles de calidad, pero el HyperReduction se lo ha llevado mas gente y nadie se ha quejado! Además, si lo complementas con una dieta equilibrada, ejercicio como bicicleta, y te lo aplicas con un guante de masaje unos 10 minutos al día, fijo que va bien. Claro! Porque si haces todo eso, cambiando el HyperReduction por aceite de almendras, se te irá igual la celulitis. Pero eso último no lo decimos, que mi jefa con algo tiene que pagar sus viajecitos a las Canarias o a la China, y sobretodo, mi aumento salarial.

Los señores de la bata blanca.
Un cliente me contó hace poco un chiste. Bueno, ese cliente siempre me cuenta chistes, es un cachondo. Decia que estaba la Pepi con el marido enfermo, y en estas que le da como un ataque, y ñaca, la palma. La Pepi llama al médico, ése va a su casa, lo examina y dice, si señora, su marido ha fallecido. De repente, cuando ya se lo iban a llevar, el marido se levanta y dice, Pepiiiii que no estoy muertoooo. Y la Pepi va y le suelta una colleja y le responde, Tu cállate y túmbate, a ver si te crees que vas a saber más que el médico!! Es viejo eeehh. Y ahi voy yo, ese poder popular que se les concede a los médicos, un médico nunca se equivoca, un médico siempre lo sabe todo mucho mejor... No es que me caigan mal, solo les odio cuando hacen recetas mal o no se entiende la letra. Pero, je, los señores medicos, como todos, son personitas altamente sobornables. Porque si a nosotros, fenicios del medicamento, se nos compra con algún regalito, porque en el fondo, lo que buscamos es obtener un margen alto en la venta, a los medicos no, a ellos hay que darles más cosas, porque realmente les da completamente igual escribir una cosa u otra en la receta. No se si me explico. Hay un montón de fármacos en el mercado. Sabían ustedes que un montón de ellos son prescindibles, porque tienen efectos prácticamente idénticos a otros que ya existían, pero que, para no pagar derechos a los laboratorios que los crearon, se patentan por otros? Otro ejemplo aclarativo. El laboratorio Medicamentis tiene una molécula, el Parafluorotiofeno, un antiinflamatorio no esteoideo (AINE), de efecto analgésico y antipirético que va la mar de guai. Lo comercializa a tantos pavos, la gente lo compra y tan contentos. El mercado, está servidisimo de antinflamatorio. Ahora bien, el laboratorio Galenomundi ve que sus ganancias, basadas en un antidepresivo que patentaron hace ya años, van bajando, porque la gente crea tolerancia y ya no les hace nada. Estudiar un fármaco antidepresivo nuevo es chungo, porque tienen que buscar un mecanismo de acción nuevo, porque se ha visto que variar su molecula milagrosa no sirve de nada, y están algo estancados en cuanto a creatividad. Qué hacer para no perder pasta en la investigación? Pues idean la sintesis de otro antiinflamatorio parecido al Parafluorotiofeno de Medicamentis, lo suficientemente distinto para que no les armen un pollo, y lo patentan ellos, así lo pueden vender sin pagar derechos a Medicamentis. Hacen una campaña de publicidad enorme y se vende como churros, a la gente que cree que por ser nuevo irá mejor, y como está eso del placebo, realmente les va mejor.
Y aaaaah, aquí entran los médicos también. Los repres de Galenomundi se van de paseo a los ambulatorios. Y le dicen a los doctores: Verdad que el Parafluorotiofeno va guai a los pacientes que se lo recetas? Pues mira, tenemos el Ortofluorotiofenol, que mola igual, hace lo mismo, y si lo vas recetando, a ti te regalamos un telefono inalambrico, una ortodoncia para tu hijo adolescente, y un finde en un balneario situado en unas pistas de esquí, para que aprendas a esquiar mientras a tu señora le cubren de barro las tetas. Y entonces a la farmacia, misteriosamente, empiezan a venirte los jubiletas, dicendo que su gran doctor, eminencia en muchas cosas, ha creído conveniente cambiarle las habichuelas pa'l doló por otras, que tienen una caja mas fea, cuestan mas de tragar porque no vienen recubiertas, pero que les tienen que ir mejor, porque salen en la tele. Y les van igual, pero dependiendo de la fe en su doctor, te dirán que mejor o peor. Nunca igual, porque se niegan a creer que es lo mismo.

Así hay mas lios, como lo de los genéricos, que se inventó para que los médicos recetaran el principio activo y no hubiera esas competencias desleales, pero que resulta que luego, los médicos te recetan el genérico de un laboratorio en concreto.