viernes, julio 27, 2007

Tulipen uit Amsterdam coming soon

He vuelto.

Solo me fui tres dias en realidad, pero qué tres dias.

Amsterdam: pedalear, fumar, comer, pasear, dormir poco y echar fotos guiris.

Los protas: Sara, Marta y Out. Sara es mi amiga de la farmacia, colega de la uni y compañera de llantos y risas, y Marta es una amiga suya. De Sara se pueden contar maravillas solamente. De la otra, bueno, tarda mucho en arreglarse y en lugar de mano derecha tenía una guía de viaje. No diré más.

Los secundarios: Bobbie, Pizza Boy, el Strong Guy y el gay integrista musulman.

Bobbie estaba en nuestro albergue. Era de California y un frikazo de cojones. Pizza boy trabajaba en un italiano de nuestra calle y aparte de invitarnos a bastantes birras quería llevarse a Sara al huerto. Qué guai es viajar con la dueña de los ojos mas bonitos a este lado del Llobregat. El Strong Guy y el gay integrista eran los dueños de nuestro albergue. Aparte de partirse la caja con nosotras, dedicaban su tiempo a ordenar unos papeles de reserva que eternamente estaban liados, y decirnos "vale!" cada vez que pasabamos por delante de ellos. Les moló la palabra, aunque no terminaron de cogerle el sentido.

Y, bueno, esto es el avance:

Click aquí para ver el Video del museo Heineken

Ya contaré la visita entera, pero que quede claro que ese video se graba después de que te den una cervecita a primera hora del mediodia, con el estómago vacío y una sed de cojones. Lo digo por el nivel de deshinibición, que es incluso superior al normal en mi caso.

viernes, julio 20, 2007

Peligrillo con el Bordillo

Esta mañana después del post punki de crítica de cine ha transcurrido lo que podríamos decir una mañana harto bella. He ido a Igualada en mi (a medias) coche con NK, Xènia y su hermana Jana a ver a Chin y a Manel Juvé.

Aparte de un par de caladas al principio, cosa de los nervios de no haberles llevado nunca, y cosa de salir de un aparcamiento en bateria hacia el lado que no tocaba, el trayecto ha transcurrido sin ningún problema. Miento, nos hemos perdido al salir de l'Hospitalet, y en Igualada me he comido un paso de zebra elevado de esos que están de moda ahora para que la gente no corra, que más bien sirven para destrozar los bajos y el morro de los turismos, pero eso son pormenores.

Comida en un chino, un buffet libre que tenia más de la mitad de platos con denominación de origen occidental (patatas fritas, macarrones, ensalada de patata, ensaladas normales, croquetas, alitas de pollo...), pero con postre incluido, y muchas muchas risas. Ha sido bonito, los cinco juntos con Jana que ya viene siendo miembro honorífico de la pandilla. Habrá fotos, dentro de unos meses calculo, a la velocidad que van las cosas conmigo.

Después de todo esto hemos vuelto a Barcelona, a dejar a NK en el médico y contiuaba siendo un dia bello. He cometido el error de destacar lo bien que me había ido el coche y lo feliz que me hacía el comprobar que ya controlo en autopista, que sé qué marcha poner con las cuestas y las salidas y entradas y que ya no me da miedo adelantar o ir a más de 100 por hora.

Entonces ha empezado a ser un jodido infierno.

Los autobuseros de barcelona se destacan por su antipatía a la hora de (des)colaborar en el harmonioso ir y venir de los coches civiles. En otras palabras, que son unos hijos de la gran puta. He tenido un percance, y es complicado de contar. La cosa es que, parada en un semaforo, de repente me he dado cuenta que estaba en un carril que me obligaba a ir a la derecha cuando yo queria ir recto. Lo he visto pintado en el suelo porque las señales de delante me las tapaba el camión que tenia delante. Al lado tenia un autobus. He puesto el intermitente y cuando han arrancado he empezado a avanzar con intenciones de entrar en el carril conveniente. El autobusero de mierda ha dejado un espacio, pero al siguiente momento lo tenía encima y no he podido continuar metiéndome en el carril con lo que me he comido el bordillo por la derecha (no traten de visualizarlo, ni yo misma entiendo como podia estar todo tan mal parido, la moraleja es que yo lo estaba haciendo mal pero el otro era un completo y maldito hijo de un chacal). Hemos saltado un poco, susto, risitas nerviosas, susto.

Pero al rato el volante me vibraba más que el telefono de Rufus y se escuchaba un ruido alarmante de la parte anteriormente rebordillada. Doble fila, cuatro intermitentes.

- Xeni, mira a ver si se ha arrancado el parachoques o qué tenemos ahí pegado.
- No llores porfi, pero... has pinchado.
- No, no puede ser.
- Tia... mejor nos reímos, no?
- No puede estar pasando.

Descojone inconsciente.

He llamado a mi hermano porque me daba miedo comunicar el supernoticion que te cagas a mis padres, pero para que fuera todo a juego con la suerte de mi rueda, mi hermano estaba con mi padre. De todos modo no me ha reñido y me ha dado las instrucciones para empezar a cambiar la rueda, porque él tardaría en llegar. Ha intentado mandarme a los del Racc, pero solo ayudan a los titulares y no a las hijas o hermanas tontas que no pagan porque conducen poco.

Nos hemos armado de valor, y con nuestros chalecos y el triangulillo de emergencia hemos empezado a remover el maletero de en busca del gato y la llave para soltar la rueda de recambio de debajo del coche.

Hay que decir que aunque el coche es compartido con mi madre, lo lleva casi todo el tiempo ella. Esto hace que el maletero sea su despacho, su tocador y si te descuidas un bazar oriental. Hay crema hidratante, toallitas húmedas, pañuelitos, trapos, un bote para lapices, guantes de latex, guantes de ropa, un spray quitagrasas, libretas, bolis, cartelitos de "se vende piso", bombillas de recambio, un botiquin, compresas, los triangulitos y los chalecos mencionados, bolsas vacías, cajitas gastadas de puritos que le da mi abuelo, unas cosas azules envueltas en plástico que no sé si son guantes de lavar los platos, un gorro de lana, un juego de destornilladores pequeñitos, un destornillador mediano, un rollo de papel industrial, un rollo de bolsas de la basura, tres guías de calles de Sabadell, y alguna mierda más que me olvido. Pero la llave para sacar la rueda, la jodida y maldita llave no es que me la olvide. ES QUE NO ESTABA!

Ha sido como de sitcom. Revisando y revisando toda esa mierda en busca de la llave, y que no salía.

Al final cuando ya me iba a echar a llorar han aparecido mi padre y mi hermano Docer, los salvadores de la situación. Depués de buscarla ellos, y de comprobar que la de su coche no funcionaba con las tuercas del mío, mi padre ha ido a buscar un taller dónde le han prestado la llave y Docer, como un caballero andante ha cambiado la rueda.

Pero todo esto no lo iba a contar yo hoy. El post era para colgar esta dire:

http://recursos.cnice.mec.es/bancoimagenes/sonidos/index.php

Y es que a estas alturas la interné me sigue maravillando. Como puede haber semejante pajerez en una web oficial del ministerio, con sonidos tan chorras como una niña gritando "que miedo!". Sonido que por otro lado he puesto en el windows para cada vez que me sale una ventanita de alerta de esas de "chuuuum!" que tanto inquietan por su dramatismo.

Y me voy al catre sin revisar las faltas que estoy molida.

jueves, julio 19, 2007

Ahora voy de que soy critica de cine

La nueva peli de Harry Potter no me ha gustado y Transformers va camino de ser mi peli favorita del verano.

Porque?

Pues no lo sé exactamente. Trataba de argumentarlo, pero sigo como en la entrada anterior.

A ver.

Potter aburre y en Transformers me lo pasé.. lo que se suele decir, pasarselo teta.

Supongo que tiene que ver con las intenciones que me transmitía. Ambas estan bien hechas. Ya hemos llegado a un punto en que los efectos especiales de las pelis taquilleras estan todos bien, o al menos casi todos, así que por ahí no hay mucho que coger. Otra cosa es el uso que se les da, y si bien Potter es más bonita así vista de lejos, Transformers te deja mucho más con el culo hecho pepsicola.

Pero la intención que veo yo es... en Potter, aparte de seguir con el misticismo de la saga, expresar (muy mal) las inquietudes de los adolescentes, pretenden dejar a la gente pasmadita. Que digan, uaala, qué pasada de peli cómo se lo curran. Transformers, ante todo, creo que quiere que la gente salga divertida y entretenida sin más y diga algo más bien como "Guuay!!".

Ambas tienen absurdeces, incoherencias y cosas imposibles. Porque son pelis de ficción!!! Claro, ya... pero no sé. En Potter y su curioso afán de darle un aire más serio, más maduro al asunto, resultan tontunas y casi ofensivas. En Transformers ni se te ocurre cuestionar cómo un robot con capacidad de encoger su propia materia para convertirla en un coche de volumen cuatro veces inferior a él, o que en dos minutos se hace un tuneao para quedar guapo, no puede arreglarse el circuito de voz. No puede y punto, estás demasiado ocupado riéndote de los chistes pajeros y diciendo uale-uala con las escenas de choques y tiros.

Enfin. Potter me aburrió, no da casi risa, las bromitas que hay son cursis, Hagrid sale poquito y el muy gañán ni siquiera le mete mano a la chinita. De hecho, paso hasta de decir las cosas buenas que tiene. Que le haga propaganda algún fan de esos incondicionales.

Yo me voy a Igualada, titu, que tengo que encontrar la autopista primero.

miércoles, julio 18, 2007

Un poco de escrtura automática de mentira...

Tengo ganas de escribir.

Los dedos me bailan por el teclado. No muy grácilmente, nunca he hecho mecanografía, pero tampoco muy torpemente, ya son muchos los años de vicio delante del ordenador.

Escribo parrafos y los borro. Pienso en cosas qué contar, las cuento mal, las borro, las cuento bien, las borro también.

Escribo otras cosas que no se cuentan, porque no son cosas que pasan si no que son, y las borro todavía más rápido.

Me entra el sueño, escribo más y borro más.

No quiero parecer cursi, no quiero parecer dramática, ni quejica ni absurda. Me da pánico de nuevo publicar un post y ser juzgada. Es otra de esas épocas, supongo. Me importa lo que piensen de cómo escribo y de qué escribo. Y también el porqué, por que siempre hay uno, se sea consciente o no.

No sé qué poner, qué decir, ni cómo decirlo. Ni siquiera sé si tengo algo qué decir. No porque no tenga nada qué decir, pero no sé si merece ser dicho aquí, delante de todos.

Qué estupidez que alguien tan exibicionista (esto lleva una hache por en medio?) tenga pánico escénico.

Me voy a la cama a morirme de vergüenza, pero tengo que publicar algo sea lo que sea para rearrancar esto, para recalentar los motores.

Perdón por abandonar una vez más el tinglado. Gracias por estar atentos una vez más.