10 Rupias
Mi turno en la farmacia se termina, habitualmente, a las once de la noche. El de los demás es a las diez. No es que curre una hora de más, si no que entro mas tarde, en lugar de las nueve de la mañana, a las diez. Mi jefe lo llama el horario corrido. Y yo me siento orgullosísima de cómo he llevado esta introducción colando lo salvaje de mi horario laboral con elegancia y sin atisbos de autocompasión. De hecho no la siento, como dice el colega Manel Jové, curramos porque queremos. Pero me canso lo mío, y me gusta que me acaricien el hocico cómo a todos.
La primera vez que el jefe me comunicó que yo haría el Horario Corrido le miré mal. No por mal pensar, si no porque no había pensado en las ventajas del asunto y lo consideré una jodienda. Pero él no pudo evitar arrimarse y decirme, “Ai la chica, que siempre está con la coñita sexual”. Es asqueroso. En fin. El horario corrido hace que mi turno se solape una hora con el compañero que se queda por la noche, generalmente J.D., y cuando me piro le dejo ya en su salsa, con la persianita bajada para que no le entren moscas ni cacos, que por la ventanita se despacha muy bien.
Siempre bajamos la persiana un pelín antes de mi hora de salida, en algún momento que no haya clientes, para que mi compi vaya despachando desde la ventanita mientras yo recojo y me pueda ir dejándole con la persiana bajada y sin haber tenido que echar nadie a la calle, que siempre queda mal.
Hoy cuando yo ya me acercaba a la puerta él estaba terminando de atender a un chico que podríamos denominar, sin ánimo de ser políticamente incorrecta “de fuera”. Es el único dato que mi mente ha llegado a pillar en los escasos segundos que le he visto, por el agujero de la persiana, antes que se pirase y J.D. le diera al botón de subir la persiana para que yo pudiera salir. Y ahí revoloteando he visto un billete. Un billete que no era de euros. Era “de fuera”. Corriendo lo he cogido y he ido tras el cliente. “Eeeeh! ¿Esto es tuyo? ¿Se te ha caído?”. El chico se ha girado, “¿El qué?”. “Este billete de.. –he mirado bien por primera vez lo que tenía en las manos- de Pakistán.” “Yo no soy pakistaní, yo soy solo venezolano”, me ha respondido, con el acento de Venezuela mas marcado del mundo, mientras yo mutaba a tomate y J.D. empezaba a partirse la caja detrás de la persiana…
La primera vez que el jefe me comunicó que yo haría el Horario Corrido le miré mal. No por mal pensar, si no porque no había pensado en las ventajas del asunto y lo consideré una jodienda. Pero él no pudo evitar arrimarse y decirme, “Ai la chica, que siempre está con la coñita sexual”. Es asqueroso. En fin. El horario corrido hace que mi turno se solape una hora con el compañero que se queda por la noche, generalmente J.D., y cuando me piro le dejo ya en su salsa, con la persianita bajada para que no le entren moscas ni cacos, que por la ventanita se despacha muy bien.
Siempre bajamos la persiana un pelín antes de mi hora de salida, en algún momento que no haya clientes, para que mi compi vaya despachando desde la ventanita mientras yo recojo y me pueda ir dejándole con la persiana bajada y sin haber tenido que echar nadie a la calle, que siempre queda mal.
Hoy cuando yo ya me acercaba a la puerta él estaba terminando de atender a un chico que podríamos denominar, sin ánimo de ser políticamente incorrecta “de fuera”. Es el único dato que mi mente ha llegado a pillar en los escasos segundos que le he visto, por el agujero de la persiana, antes que se pirase y J.D. le diera al botón de subir la persiana para que yo pudiera salir. Y ahí revoloteando he visto un billete. Un billete que no era de euros. Era “de fuera”. Corriendo lo he cogido y he ido tras el cliente. “Eeeeh! ¿Esto es tuyo? ¿Se te ha caído?”. El chico se ha girado, “¿El qué?”. “Este billete de.. –he mirado bien por primera vez lo que tenía en las manos- de Pakistán.” “Yo no soy pakistaní, yo soy solo venezolano”, me ha respondido, con el acento de Venezuela mas marcado del mundo, mientras yo mutaba a tomate y J.D. empezaba a partirse la caja detrás de la persiana…
4 comentarios:
Qué momento más Outcast. Como si lo estuviera viendo...
Besito.
jojo, ultimament et passen moltes coses d'aquestes gracioses que impliquen terceres persones desconegudes.
Debo de estar un poco obsesionado, porque he leído: 10 Rubias.
Me olvidaba de firmar.
www.inercial.blogspot.com
Tenía una cuenta y eso, pero debe de ser que Blogger me ha mandado a la mierda por pertenecer a esa hornada de "bloggers" fugaces.
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